sábado, 21 de marzo de 2020

Día Internacional de la Poesía


Oda a la Sal. Pablo Neruda

Esta sal
del salero
yo la vi en los salares.
Sé que
no
van a creerme,
pero
canta,
canta la sal, la piel
de los salares,
canta
con una boca ahogada
por la tierra.
Me estremecí en aquellas
soledades
cuando escuché
la voz
de
la sal
en el desierto.
Cerca de Antofagasta
toda
la pampa salitrosa
suena:
es una voz
quebrada,
un lastimero
canto.



Luego en sus cavidades
la sal gema, montaña
de una luz enterrada,
catedral transparente,
cristal del mar, olvido
de las olas.



Y luego en cada mesa
de ese mundo,
sal,
tu substancia
ágil
espolvoreando
la luz vital
sobre
los alimentos.
Preservadora
de las antiguas
bodegas del navío,
descubridora
fuiste
en el océano,
materia
adelantada
en los desconocidos, entreabiertos
senderos de la espuma.



Polvo del mar, la lengua
de ti recibe un beso
de la noche marina:
el gusto funde en cada
sazonado manjar tu oceanía
y así la mínima,
la minúscula
ola del salero
nos enseña
no sólo su doméstica blancura,
sino el sabor central del infinito.


martes, 2 de mayo de 2017

Las Salinas de Écija (1)

Salinas de La Torre (Écija, Sevilla)
Écija es uno de los municipios salineros de la provincia de Sevilla con más salero. La Torre y Balmaseda son salinas que ya se citan en las fuentes documentales del siglo XIII. Como otras salinas de interior andaluzas asociadas a núcleos importantes de población en tiempos de la Bética, como Valcargado (Utrera) o Duernas (Córdoba), La Torre y Balmaseda podrían haber jugado un papel fundamental en la fundación y auge de la Colonia Augusta Firma Astigi (Écija).

Salinas de Balmaseda (Écija, Sevilla)
Santa Ana y Borreguero son salinas también situadas junto a una corriente de agua salada, con pozo, calentadores, piletas y otras edificaciones anexas como viviendas y salero, abandonadas y en lamentable estado de conservación.

Salinas de Santa Ana (Écija, Sevilla)
Del conjunto de humedales del municipio, las lagunas de Ruí Sánchez y El Humoso, hoy desecadas y en cultivo su lecho, contaban también con aprovechamientos salinos, apenas hoy reconocibles como en la laguna de Ruí o reconvertidos en su día a fuente de agua salada para el ganado en el caso del Humoso.

Salinas de Borreguero (Écija, Sevilla)
De las salinas astigitanas, La Torre es la única que mantiene cierta actividad. Como en otras explotaciones activas de la provincia, la actividad salinera de tipo artesanal fue cediendo paso a un modelo de producción industrial orientado a la producción y comercialización de salmueras para la industria agroalimentaria.

Antigua Salina y Laguna de  Ruí Sánchez al fondo (Écija, Sevilla)
La Torre, La Morilla (Puebla de Cazalla), Carmelita (Pedrera) y Valcargado (Utrera) son hoy explotaciones de tipo industrial, sujetas a un futuro incierto bajo los vaivenes de un mercado complejo y delicado. Sin embargo, proyectos de puesta en valor como el que ANDASAL desarrolla en Valcargado abres nuevas vías de negoció bajo un nuevo modelo de aprovechamiento basado en la diversificación de la actividad salinera, con la producción artesanal de diferentes tipos y variedades de sal y la realización de visitas temáticas y familiares a la salina y su entorno.


Antiguo pozo salado de la Laguna del Humoso (Écija, Sevilla)

lunes, 1 de mayo de 2017

Sevilla, cuna de sal y salinas

Del arte y salero de Sevilla mucho se ha cantado y escrito, más ahora en tiempos de primavera y Feria. Sin embargo, de su sal, salinas y salineros mucho queda por decir.
 
Salinas de Valcargado (Utrera, Sevilla)
Al muelle de la sal de Sevilla, junto a la Lonja del Barranco, llegaban desde el litoral barcos cargados de sal, pero también desde Utrera llegaban ruecas de mulas con serones de esparto repletos de sal de la Salina de Valcargado.

Salina de Valcargado (Utrera, Sevilla)
Hasta el último tercio del siglo XIX, la venta y distribución de sal se realizaba desde alfolíes situados en las principales localidades de la provincia. A estos almacenes llegaba la sal producida en salinas como las de Valcargado en Utrera, La Torre, Borreguero y Balmaseda en Écija, y Rejano en Osuna.

Salinas de Balmaseda (Écija, Sevilla)
Valcargado era fuente de sal de la capital, la Campiña Baja, el Bajo Guadalquivir y la Sierra Sur de Sevilla. Las campiñas de Osuna y Estepa contaban con salinas propias. A la Sierra Norte llegaba sal del litoral onubense, pero también del interior a través del alfolí de Carmona y la salina de Valcargado.

Salinas de Borreguero (Écija, Sevilla)
Tras el desestanco de la sal, las grandes fábricas de sal de Utrera, Osuna y Écija, pasaron a la nobleza o la oligarquía local como recurso fundamental para el desarrollo de las principales industrias agroalimentarias de la provincia, la aceituna de mesa, el aceite y el pan. Tras la liberación de la producción y venta de sal aparecen otras salinas menores que, dejando el contrabando, regularizan su situación, así como otras de nueva fábrica como en Marchena, Pedrera, Lantejuela, Herrera y Martín de la Jara.

Salinas de La Carmelita (Pedrera, Sevilla)
De Utrera a Écija, de Écija a Carmona, de Carmona a Constantina, y de Constantina a Sevilla, la Sal dibuja una ruta blanca de sabor, salinería y salazón.  Vientos salineros de poniente a levante, de norte a mediodía recorren la provincia con añoranza de un tiempo pasado de salero y sal.

Salinas La Morilla (Puebla de Cazalla, Sevilla)

Cádiz, playa y tierra de sal


 
La provincia de Cádiz es playa y  tierra de Sal y Salero, de grandes salinas y montones de sal de la Bahía, pero también de salina perdidas de sierras y campiñas repletas de pueblos blancos de cal y sal.

A nadie extraña que Cádiz sea playa de sal y salinas que inspiran fantasías de ninfas y musas de carnaval y poesía. Desde el Puerto de Santa María hasta San Fernando y Chiclana, pasando por Puerto Real, el mar salado es fuente de sal y oficio de salineros de la Bahía. Sin embargo, hablar de salinas tierra adentro es cosa de otro cantar, y no precisamente por alegrías.

Más allá de esteros y salinas del litoral gaditano, lo blanco y lo salado se extiende por toda la provincia remontando cursos de agua salada, o de charca en charca de laguna y humedal. Blanca es la harina y la miga del pan de la Campiña como blanca era la sal y las salinas de Arcos, Espera o Jerez. Blanca es también la nieve y la leche de las Sierras de Cádiz como blanca era la sal y la salinas de El Bosque, Puerto Serrano o Villamartín.

Salinas como las del Cortijo de la Rosas de Santa Ana en Villamartín estuvieron produciendo y abasteciendo de sal la comarca hasta finales del siglo pasado. Como la de Villamartín, las Salinas de Arcos, Espera, Jerez, Prado del Rey e incluso la Fábrica Real de Hortales en El Bosque fueron perdiendo mercado hasta desaparecer por completo la actividad salinera.

La sal de estas salinas fue sustituida por otras de tipo industrial procedente de las salinas tradicionales del litoral reconvertidas y en manos de grandes empresas, o de las minas de sal del norte de la Península y el Centro de Europa.

Con el abandono de estas salinas, las sierra y las campiñas de Cádiz, perdieronn parte de su cultura alimentaria, sabores y saberes propios de sal, salinas y salineros que desde ANDASAL reivindicamos como elementos singulares del patrimonio salinero de Andalucía.

Mayo en el calendario blanco de Andasal

 
 
Con las primeras aguas de la primavera y los primeros rayos de sol, cientos de arroyos salados de Andalucía comienzan a rezumar sal y salero. En mayo aparecen las primeras costras de sal en el lecho de las corrientes salobres de la Sierra y la Campiña. La sal parece tejer un manto blanco de espuma salada con adornos verdes de salicornias y almajos.
 
En las salinas empieza el trabajo de limpieza y preparación de piletas, el arreglo de los caminos y el encalado de casas y saleros. Un nuevo año comienza cargado de esperanza blanca y verde de buena cosecha.

domingo, 15 de enero de 2017

Cocina con Sal en Gastromentor

16-17 de enero de 17:30-20:30 h
Master Class
Un recorrido por el sabor y el saber de la sal y las salinas de manantial de Andalucía
Información e inscripción: Gastromentor