La sal es también el elemento fundamental de la cocción en
seco al horno o la plancha. Pescados y carnes elaborados a la sal conservan
nutrientes y propiedades y adquieren texturas y sabores únicos como
consecuencia de la cocción en su propio jugo, la absorción de grasas por la
sal, y ese punto salado al tomar de forma natural la cantidad justa y necesaria
de sal, ni más ni menos.
Para cocinar a la sal utilizamos sal gruesa a modo de cama y
manta que envuelva una pieza de carne o pescado. La sal virgen recién cosechada
en la salina con cierto grado de humedad es ideal para hornear puesto que
permite crear con el calor una costra adecuada que encierra y cuece el propio
jugo de nuestra pieza. La sal seca precisa de la adición de un poco de agua, o
clara de huevo para conseguir la dureza adecuada de la costra.
Y al a plancha, la sal es también un material idóneo para
sorprender en cada reunión familiar o simplemente para cocinar de forma
diferente. En el mercado existen varios formatos de planchas de sal de
diferentes tipos, desde las tradicionales tablas de cocinar de sal del
Himalaya, hasta las nuevas propuestas hechas de sal blanca mediterránea y sal
negra de Hawái.
Fuente Imágenes: The Meadow. http://www.atthemeadow.com/shop/
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